A la burguesía aragonesa, y entre ella a sus políticos, no les apetece nunca sentarse a negociar las demandas laborales. Los trabajadores se ponen muy pesados pidiendo y si los que mandan tuercen el brazo creen que algún día se quedarán con el muñón colgando, así que prefieren hacerse los remolones y soñar que los conflictos se arreglarán solos o que caerán en el olvido. Con el transcurso del tiempo, a lo que no se le busca arreglo acaba saliendo a flote y la policía, que es la niña mimada del consistorio, sigue tensa y termina por encerrarse. Nadie sabe lo que pretenden, igual desean tener un sueldo de concejal, que es lo único que les falta por conseguir. Se fueron a ver el V Encuentro de Seguridad en la Feria de Muestras y volvieron con los dientes largos. A la poli local le gustaría ser municipal pero con salario de la UC Globe, que es la nueva empresa española que pretende montar ejércitos privados en el extranjero. Igual que los yanquis en Irak, sólo que en Somalia o Namibia. Los locales han venido enamorados con los ejercicios de rapel, los simulacros de combate y el asalto de edificios. Hablaron con los geos, los ertzainas y los mossos d' Escuadra, y ahora están que no caben y rojos de envidia. Las limpiadoras de los hospitales también se pondrán en huelga desde el día 9, aunque no hayan asistido a ningún congreso ni tengan la fuerza de irrumpir chillando en los plenos como hacen los guardias para pedir lo suyo en plan kale borroka. Incluso los médicos de refuerzo, casi un centenar, se negarán a hacer sustituciones si no llegan a un acuerdo con el gobierno aragonés la semana que viene. Los conductores del autobús municipal, por otra parte, hartos ya de que se les ningunee, van a efectuar paros los sábados y los domingos para abrir boca y hasta los pastores se han lanzado a cruzar el Puente de Hierro en Zaragoza, camino del Pirineo, utilizando la antigua cañada. El petróleo está por las nubes y no se pueden permitir el costo de transportar las ovejas en camiones. Cualquier día les da la tarantela y arramblan por mitad de la Expo. Es lo que hay. La peña se da cuenta de que los sibaritas se están calzando las botas y que hay pasta por un tubo, de modo que reclaman su parte del pastel. Intentando arreglar todos los desaguisados a la vez, el ayuntamiento acaba de comprometerse a construir el nuevo campo de fútbol en san José, independientemente de que el equipo haya caído a segunda o rebote hasta tercera división. Los curas aportan su granito de arena al follón empeñándose en quitar las velas del Pilar, que dicen que están muy pasadas de moda, mientras montan alrededor de la Basílica un tinglado de focos tan salvaje que lo mismo confunden los extraterrestres la plaza de las Catedrales con un aeropuerto estelar y vienen a visitarnos desde Andrómeda. Los zaragozanos se siguen asomando a los pretiles de los puentes y lo ven todo muy apiñado, con demasiadas preturas. Se dan cuenta de que la Expo es de Pin y Pon, abigarradísima, de modo que tendremos que adelgazar para entrar de canto por las puertas. De hecho ya no hay entradas para julio y agosto por internet, las que se compren serán para septiembre y no se terminan las obras. Para llegar por los pelos, y en plena recesión económica, el gobierno aragonés concedió ayer mismo un aval de treinta dos millones de euracos a los organizadores del evento, hipotecándonos a todos hasta más arriba de las cejas. No me extraña que los minipisos de treinta metros para los estudiantes no se vayan construir hasta el 2011. O que la Renfe no termine nunca el ramal de cercanías entre Utebo y el Portillo. Están con las zanjas abiertas y ni siquiera saben cuándo ni por dónde. Es normal que los neurólogos hayan detectado que el 6% de los aragoneses padece una enfermedad nerviosa, la distonía. Semejante dolencia contrae cualquier músculo del cuerpo, lo mismo en plena jeta que en el cuello. A este gas surgen tensiones por todas partes. |