El lado oscuro
domingo 24 de agosto de 2008
© Sergio Plou
Artículos 2008

    Las señales de emergencia y las medidas que han de tomarse en caso de que se precipiten los problemas, han puesto de nuevo hoy el alma en vilo a todos los ciudadanos tras el incendio en la Central Nuclear de Vandellós. No vivimos para sustos. Tras la caída en el despegue de un avión de pasajeros nos llega ahora la activación del plan de alerta nuclear en Tarragona por el fuego, según nos cuentan, en el generador eléctrico. Las desgracias y los sustos nos llegan a finales de agosto, cuando el periodo vacacional reduce la actividad laboral en las empresas, circunstancia que produce la triste impresión de que este país tiene la negra, cae por la pendiente de lo obsoleto o se desentiende de sus responsabilidades. Incluso de las más vitales, aquellas que ponen en riesgo la seguridad de las personas. Cuando se produce un accidente aéreo o suena la alarma en una central atómica ocurre algo de extrema gravedad, no cualquier suceso que pueda solventarse echando encima del asunto un puñado de billetes. La cantinela que oímos siempre es la misma: la aviación civil es un medio de transporte seguro y la energía nuclear es muy limpia, barata y está controladísima. ¿Cómo se explican pues los últimos sucesos? Habrá que esperar a los resultados de la investigación que las autoridades pertinentes realizan en ambos casos. La verdad es que nos pasamos la vida esperando y durante ese periodo las empresas implicadas tienen tiempo más que suficiente para maniobrar en beneficio de sus intereses. Las noticias son tales hasta que otras nuevas ocupan su lugar y desplazan el foco de atención hacia preocupaciones diferentes. Contribuyentes y consumidores, votantes al fin y al cabo, multiplican su desconfianza si una desgracia les afecta de lleno. Se palpa un enorme cansancio al escuchar las palabras huecas de los políticos y empresarios cuando lamentan los sucesos y parlotean sobre las medidas que ponen en marcha. Dan la impresión de que ha de morir alguien para que la renqueante maquinaria de la prevención funcione de manera correcta. El lado oscuro del beneficio en los negocios exige en demasiadas ocasiones a los trabajadores que asuman riesgos por los que no cobran, es fácil pues que surja la sospecha si se desliza una tragedia o simplemente estamos a punto de sufrirla. Se ha perdido buena parte de la credibilidad porque la gente sabe cómo se trabaja y no observa en su vida laboral que se produzcan cambios significativos, de modo que tiende a creer que en todas partes cuecen habas. La alerta nuclear que ha paralizado hoy la central de Vandellós II desde las 9 de la mañana, viene precedida de todo tipo de sucesos preocupantes, tanto en Ascó I como en Ascó II, gestionadas por el mismo grupo empresarial. En abril sufrieron una fuga de nivel 2 y en julio se les rompió un circuito de aceite que pasa por el reactor. Mientras el Consejo de Seguridad Nuclear informaba que todos los sistemas habían funcionado de perlas, Greenpeace denunciaba que a las diez de la mañana, y a simple vista, podía contemplarse aún una enorme columna de humo sobre Tarragona.

Articulos
Primeras Publicaciones 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 — 2001 2007 2008 2009 2010 2011        
Cronicas Críticas Literarias Relatos Las Malas Influencias Sobre la Marcha La Bohemia La Flecha del Tiempo