Las ciénagas de Europa
jueves 21 de febrero de 2008
© Sergio Plou
Artículos 2008

    Europa no es económicamente un territorio compacto. Subsisten ciertas singularidades privilegiadas que se resisten a perder sus patentes de corso, tal vez porque reside en sus fueros la única garantía de existir como naciones independientes. Estoy hablando de los micropaises, de exigua población y territorio, que sin embargo gozan de una elevada renta per cápita. Andorra, Mónaco, San Marino, Vaticano y Liechtenstein siguen el duro ejemplo de los suizos, a los que tampoco les interesa pedir la entrada en la Unión Europea porque viven muy bien al margen de ella y no tienen necesidad alguna de sanear su opaca fiscalidad internacional. De vez en vez nos enteramos de que algún famoso está empadronado en alguno de estos pequeños países y que es allí donde paga sus impuestos, ridículos en comparación con los que tendría que abonar en su país de orígen y al que a menudo representa en competiciones o del que dice sentirse orgulloso a nivel empresarial cuando vende marca en el extranjero. Las micronaciones sólo ocupan los titulares en Prensa con motivo de algún marrón tributario y a Europa en su conjunto no le ha interesado demasiado destapar estas ciénagas económicas por miedo a darse de bruces con nombres y marcas de sonoro prestigio. Por eso llama la atención el caso de Alemania con el principado de Liechtenstein, al que Ángela Merkel parece decidida a meter últimamente en cintura.
    Ha promovido en los juzgados novecientas órdenes de registro y miles de redadas contra varios multimillonarios, entre ellos gerentes de grandes empresas, ejecutivos, artistas famosos y hasta deportistas de elite. Se les acusa de evasión fiscal y el presunto fraude, en primeras estimaciones, podría alcanzar la friolera de 3.400 millones de euros. La mayor parte de los movimientos de capitales se registraron en un solo banco - el LGT Group - radicado en Liechtenstein. El LGT casualmente es propiedad de la familia real de dicho principado. El servicio secreto alemán pagó por el chivatazo anónimo, en forma de DVD, cinco millones de euros y está dispuesto a recuperar la inversión mediante una táctica silenciosa, confiando en que el pánico se apodere de los millonarios y no se den el piro antes de tiempo. Buscan, de esta manera, que salgan a la luz pública otros miles de defraudadores que no están en ese disco tan caro. Para dar ejemplo fácil, expusieron al bochorno al señor Zumwinkel, director del consorcio Deutsch Post, la empresa de correos de titularidad estatal, que ha terminado dimitiendo de sus cargos. No estaría de más que esta maniobra germana comenzara a reproducirse por todo el continente. Saber quién guarda sus perras en Andorra o Mónaco, o reconocer cuál es la catadura moral de la última teocracia de Europa, el Vaticano, nos sentaría bien a todos... Aunque la pasta acabe en el paraíso de las islas Caimán.

Articulos
Primeras Publicaciones 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 — 2001 2007 2008 2009 2010 2011        
Cronicas Críticas Literarias Relatos Las Malas Influencias Sobre la Marcha La Bohemia La Flecha del Tiempo