Que si hoy me pongo, que si mañana me quito... ¡Total para seguir en las mismas! Las tácticas políticas permiten escudarse en palabras y la especulación acerca del futuro de don Mariano se está evaporando en los medios conservadores, como si alguien hubiera dado la voz de que primero hay que mascar despacio la chicha para digerir adecuadamente el bolo alimenticio y después ya veremos. El después, según el padre de la niña, llegará en junio con el congreso del partido y como siempre - la vieja táctica aznarista, heredada de Felipe González - el que se mueva no saldrá en la foto. Esta derrota victoriosa del PP y esta victoria pírrica del PSOE, nos costará mientras tanto setenta y seis céntimos por voto. Hagan cuentas y multipliquen, porque a mayor participación más grande es la hucha. Doña Espe ha dado un paso atrás delante de las cámaras y se pone estrecha, asegura que no va a presentarse para sustituir a Rajoy. Es más, mientras ingresa por nombramiento directo a Pizarro en su ejecutiva madrileña, afirma que hay que comenzar a dar la tabarra si quieren ganar las elecciones de 2012. Y a mí me parece ideal de la muerte. Lo que no me explico es cómo se han dejado meter el gol de no impugnar las elecciones. Es raro que no hayan salido a la calle gritando que se las han robado o alguna lindeza semejante. Igual es que se conforman con seguir dando la brasa desde la oposición. Sobre todo ahora, que las encuestas económicas no hacen más que meter miedo. Por activa y por pasiva se nos asegura que viene una época de vacas flacas y que, al que le toque gobernar, se tendrá que comer el marroncito de los recortes. Hubo unos cuantos cronistas que vieron con claridad meridiana que al PSOE le convendría pactar con los convergentes catalanes, entre otras razones para quitarse de encima una parte de la responsabilidad y maniobrar así menos socialmente de lo que se espera de ellos. La mala cosecha de votos obtenida por Esquerra podría permitirles además jugar a dos bandas. El antiguo refrán de vísteme despacio que tengo prisa implica que ambos partidos se lo van a tomar con calma. El asunto de los 400 €, por ejemplo, no quiere decir que nos vayan a dar cuatro billetitos verdes a cada uno sin más ni más, sino que serán desgravables en la próxima declaración de la renta, por eso el listo de Solbes se ha apresurado a colocar esta promesa electoral en el próximo Consejo de Ministros. Es la más fácil de aplicar y queda como un señor al plantearla de primeras. Y seguiremos con los dimes y diretes hasta que el Rey llame a consultas. Entonces se hablará del laicismo de Zapatero porque -si no cambian las órdenes en la Casa de JuanCar- el próximo presidente de gobierno, por mucho que emplee la fórmula de prometer el cargo ante la Constitución, seguirá teniendo delante de los morros un enorme crucifijo. Veremos si traga, se hace el loco o empieza a sentar algunos precedentes. |